Castillo reconstruido sobre los restos de una fortaleza de comunicación árabe de la que se conserva una torre del año 1500. Se emplaza sobre una superficie de 7.200 m2, ocupando la edificación unos 2.000 m2, aproximadamente, estando el rodeado de jardines que destacan el colorido de la edificación. Ésta está formada por una serie de torreones intercomunicados entre sí, con almenas y arcos de herradura apuntados en una de las salas donde se alojó Alfonso XIII, y donde existe una cúpula arabesca. Hacia el año 1900 fue habitado por el Duque de San Pedro, y posteriormente fue propiedad del Instituto de Colonizació, siendo luego restaurado y adecuado para nuevo uso. El 15 de junio del año 2016 el castillo fue recuperado por el ayuntamiento local para la población, y hoy es accesible para su visita.