Láchar, ubicado en la provincia de Granada, cuenta con una rica gastronomía que deleita los paladares más exigentes. Sus platos tradicionales reflejan la esencia de la cocina andaluza. Entre los manjares destacan las migas, elaboradas con pan, aceite de oliva y embutidos locales, y el puchero, un guiso que combina carne, verduras y legumbres. El gazpacho fresco es un imprescindible en los calurosos días de verano. Los postres también tienen su protagonismo con las famosas tortas de aceite y los roscos de vino, endulzando el ambiente con sabores auténticos. La gastronomía de Láchar es una invitación a disfrutar de la cocina tradicional de la región, donde cada bocado cuenta una historia arraigada en sus raíces.
Es un día de fiesta que se celebra en varios municipios españoles. Concretamente en Peñuelas, desde hace muchos años, tanto niños como mayores, nos íbamos a los pinos o al campo a comernos nuestros hornazos. Una merienda típica que se hace exclusivamente para este día. Los hornazos no son más que un bollo de aceite un poco modificado. En vez de ser una barra alargada terminada en puntas, es redondo, con un huevo cocido en el centro, el cual se sujeta con dos lazos de la mima masa del bollo de aceite, en forma de cruz. Hay que diferenciar, que aunque el hornazo se suele hacer con la misma masa de los bollos de aceite, este no lleva pasas. Se suele acompañar de chocolate o hay gente que lo come con habas crudas, ya que en estas fechas que se celebra, 25 de abril, es tiempo de esta hortaliza. Había una tradición de niños, la cual consistia en que para abrir el huevo cocio, se lo estrellávamos en la cabeza a otra persona, y asi nos divertíamos.
Ingredientes:
1 manojo de espárragos verdes
2 patatas medianas
1 cebolla mediana
1/2 litro de agua
150 ml de crema de leche
Aceite y un poco de mantequilla, sal y pimienta blanca.
Primero cortamos la cebolla a pedazos y la rehogamos en una cazuela.
Después, rompemos la parte fibrosa de los espárragos, normalmente se encuentra en el inferior, y aprovechamos la parte superior. Los cortamos, también, e incorporamos a la cebolla que hemos sofrito anteriormente.
A continuación, troceamos las patatas y las añadimos a la cazuela con la cebolla y los espárragos.
Una vez juntados todos los ingredientes, los mezclamos, cubrimos con agua, salpimentamos y los dejamos hervir durante unos 20 minutos aproximadamente.
Después, una vez hervidos todos los ingredientes, los trituramos con la batidora eléctrica y los pasamos por un colador. Es recomendable que sea de malla muy fina, ya que así cumple mejor su función y no deja pasar ningún tropezón.